Un sistema de contrato inteligente basado en blockchain para la gestión sanitaria
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Un certificado digital proporciona autenticación de credenciales web al usuario. Los certificados digitales pueden verse bajo el mismo prisma que las certificaciones de identidad o los certificados de clave. Un certificado digital es esencialmente un mensaje para el remitente que transmite al destinatario que los datos provienen de una fuente fiable y de confianza. Las CA (autoridades de certificación) emiten diferentes tipos de certificaciones digitales. Los certificados digitales sirven como autofirma y son ideales para cifrar mensajes.
Regularmente, me ocupo de financiaciones en etapas tempranas, incluyendo Notas Convertibles, Semillas y Series A/B; contratos comerciales y tecnológicos; transacciones internacionales; impuestos; fusiones y adquisiciones.
Sammy Naji centra su práctica en la asistencia a las nuevas empresas y a las pequeñas empresas en sus necesidades transaccionales y de litigio. Antes de convertirse en abogado, Sammy trabajó en la diplomacia de Oriente Medio en las Naciones Unidas. Ha obtenido resultados exitosos para sus clientes en asuntos de incumplimiento de contrato, fraude de valores, fraude de derecho común, negligencia y litigios de arrendamiento comercial. Sammy también asesora a clientes en ventas de bienes raíces comerciales, negociaciones de arrendamientos comerciales, inversiones, adquisiciones de empresas, formación de organizaciones sin fines de lucro, acuerdos de propiedad intelectual, marcas comerciales y acuerdos de asociación.
La propuesta de una arquitectura basada en blockchain para la gestión transparente de certificados
Para enviar información encriptada a alguien, se necesita primero cierta información de esa persona. Además, si un destinatario quiere verificar una firma electrónica, tiene que disponer de información especial sobre el remitente, la persona que firma. Esta información se encuentra en un certificado digital individual.
Los certificados están disponibles tanto para particulares como para empresas. Las versiones aprobadas suelen estar disponibles mediante una suscripción mensual o anual y el coste dependerá del número de firmas que necesite. Se necesita un certificado digital distinto para cada cuenta de correo electrónico desde la que se quieran enviar mensajes firmados.
Blockchain y contrato inteligente para el certificado digital
Cada individuo debe verificar su identidad en persona de vez en cuando. ¿Necesita un nuevo permiso de conducir? Acuda a la oficina de licencias, rellene los formularios y hágase una foto. ¿Quiere alquilar un apartamento? Acuda a la oficina del agente inmobiliario con su pasaporte y firme los documentos necesarios. La lista continúa.
Aunque no solemos pensar dos veces en estas tareas, el proceso de validación física de la identidad es enormemente ineficaz y engorroso en una época en la que la tecnología digital ha agilizado casi todos los demás ámbitos empresariales.
Además, surgen complejos desafíos cuando una empresa se relaciona con un individuo u otra empresa en un país diferente. ¿Cómo se puede cerrar un trato cuando el cliente en cuestión no puede visitarte en persona para verificar su identidad?
Según un estudio de la Comisión Europea, los contratos electrónicos van a ahorrar a las empresas de la UE más de 11.000 millones de euros al año, simplemente por eliminar la necesidad de imprimir documentos y gestionarlos manualmente. Esto equivale a una reducción de costes del 80-90%.
Tscheme
En forma de mensaje codificado, la firma digital asocia de forma segura a un firmante con un documento en una transacción registrada. Las firmas digitales utilizan un formato estándar y aceptado, denominado Infraestructura de Clave Pública (PKI, por sus siglas en inglés), para proporcionar los más altos niveles de seguridad y aceptación universal. La PKI implica el uso de un certificado digital para la verificación de la identidad.
En particular, el uso de la tecnología de firma digital para las firmas electrónicas varía significativamente entre los países que siguen leyes de firma electrónica abiertas y neutrales desde el punto de vista tecnológico, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, y los que siguen modelos de firma electrónica escalonados que prefieren normas definidas localmente que se basan en la tecnología de firma digital, entre los que se encuentran muchos países de la Unión Europea, Sudamérica y Asia. En la Unión Europea existen dos niveles de firma electrónica: Firma Electrónica Avanzada (AES) y Firma Electrónica Cualificada (QES). Además, algunos sectores también admiten normas específicas basadas en la tecnología de la firma digital.