Derecho contractual
Contenidos
Los contratos siempre empiezan con una oferta. Una oferta es una expresión de la voluntad de celebrar un contrato en determinadas condiciones. Es importante establecer qué es y qué no es una oferta. Las ofertas deben ser firmes, no ambiguas ni vagas. La persona que hace la oferta se llama oferente.
Invitación a negociar: Las ofertas son diferentes a las invitaciones a tratar. Una invitación a tratar no es una oferta. Cuando usted pone su casa en venta, no está haciendo una oferta; está haciendo una oferta para tratar. Está invitando a los compradores potenciales a que le hagan una oferta para comprar su casa. Lo mismo ocurre con la mayoría de los anuncios. Las tiendas están haciendo una oferta para tratar. Están expresando su voluntad de venderte algo si les ofreces su precio de venta. Sin embargo, no están obligados a aceptar su oferta. Por ejemplo, usted pone un anuncio en Internet para vender su automóvil por un precio determinado. Alguien le hace una oferta para comprarle el coche al precio total. ¿Tiene que aceptar su oferta? No. Usted está haciendo una oferta para tratar, y no está obligado a aceptar su oferta real para comprar su automóvil.
¿Cuáles son los 7 elementos de un contrato?
Para que un contrato sea válido y esté reconocido por el derecho anglosajón, debe incluir ciertos elementos: oferta, aceptación, contraprestación, intención de crear relaciones jurídicas, autoridad y capacidad, y certeza. Sin estos elementos, un contrato no es legalmente vinculante y no puede ser ejecutado por los tribunales.
¿Cuáles son los 5 elementos de un contrato?
Un contrato es un acuerdo entre las partes, que crea obligaciones mutuas que son ejecutables por la ley. Los elementos básicos necesarios para que el acuerdo sea un contrato jurídicamente exigible son: el asentimiento mutuo, expresado por una oferta y una aceptación válidas; la contraprestación adecuada; la capacidad; y la legalidad.
¿Cuáles son los cuatro elementos del derecho?
En el debate respondí que sus puntos de vista eran demasiado estrechos porque había al menos los siguientes cuatro elementos del derecho: (1) la ley de la supervivencia, (2) la ley de la tolerancia, (3) las leyes de las clases dominantes y (4) las leyes basadas en acuerdos.
4 elementos de un contrato
Si no existe alguno de estos elementos, normalmente no habrá un contrato (o al menos, no un contrato ejecutable), con la notable excepción de los contratos por escrito, que sólo se aplica a ciertos tipos de contratos. Tenga en cuenta que una oferta y una aceptación juntas se conocen como un “acuerdo”, pero el hecho de que las partes hayan formado un acuerdo no significa necesariamente que hayan creado un contrato válido y exigible.
Por ejemplo, en la equidad (que es el cuerpo de leyes que aborda específicamente los principios generales de justicia y equidad), una persona puede demandar si la promesa era lo suficientemente importante como para que el prometido actuara en su detrimento. Sin embargo, si no existe un contrato, el demandante tendría que superar una serie de obstáculos adicionales para poder reclamar con éxito una indemnización por daños y perjuicios.
En cualquier contrato válido y exigible, una parte debe hacer una oferta a la otra. Un ejemplo de oferta sería el de una persona que dijera: “Compro este libro por 2 dólares” en una venta de garaje. Este es un ejemplo muy simple; algunas ofertas pueden consistir en términos que abarcan semanas o incluso meses de negociaciones y pueden consistir en términos tanto verbales como escritos.
Elementos de un contrato en derecho mercantil
Uno de los primeros y más importantes puntos de partida de cualquier contrato es decidir qué leyes se aplicarán. Cada estado tiene diferentes leyes y formas de tratar los conflictos entre las partes contratadas. Esto, naturalmente, tendrá un gran impacto en la forma en que se puede aplicar y en cómo debe estar escrito.
Por lo general, usted creará y firmará un contrato basado en el lugar en el que se desarrollan las obligaciones propuestas. Esto garantiza que el negocio que se realiza está debidamente protegido por el derecho contractual más adecuado y local.
Otro factor importante en un contrato es si las partes están plenamente capacitadas para entender y aceptar las responsabilidades del acuerdo propuesto. Como mínimo, esto significa que las personas que firman deben estar en pleno uso de sus facultades mentales, ser mayores de 18 años y no estar intoxicadas o inconscientes.
Sin embargo, hay otro elemento en esto. Como los contratos suelen ser firmados por individuos en nombre de empresas, es esencial que la persona que firma tenga la autoridad correcta para firmar acuerdos para su empleador, principal o cliente.
3 elementos esenciales de un contrato
Existen muchos tipos de leyes para controlar la conducta; sin embargo, el derecho contractual existe, en su mayor parte, para proporcionar libertad y oportunidad a las partes, como seres humanos o entidades, para negociar y negociar los términos deseados dentro de los tratos mutuos. Por lo general, siempre que las partes del contrato lo formulen de acuerdo con las normas básicas del derecho contractual, las partes pueden establecer los parámetros del acuerdo como deseen.
Dicho lo anterior, algunos contratos pueden contener desigualdades cuando una parte ha influido en el acuerdo mediante el uso de un poder de negociación ventajoso. Cuando una parte de un acuerdo carece de poder, influencia o conocimiento, pueden surgir acuerdos contractuales injustos. Aunque existen normas de derecho contractual para garantizar la equidad, los tribunales suelen ser reacios a perturbar los acuerdos.
Una oferta es la promesa tentativa que inicia las negociaciones contractuales. Es cuando una de las partes de un contrato inicia e indica su deseo de entablar una relación con otra parte. Una oferta puede hacerse por escrito, de forma oral o simplemente con una conducta (por ejemplo, un hombre que saluda con la mano para llamar a un taxi está haciendo una oferta para conseguir servicios de transporte). También es interesante señalar que la mera invitación a celebrar un contrato no equivale a una oferta. Una tienda que publica un catálogo de productos con precios está invitando a comprar y no haciendo una oferta de venta. Esta visión de lo que equivale a una oferta es necesaria para evitar que un minorista corra el riesgo de incurrir en un “incumplimiento de contrato” en caso de que un número excesivo de personas desee comprar productos cuya oferta puede ser limitada.